Latinos 4 América
“Build that Wall” es uno de los eslóganes más laureados entre Trump y sus seguidores antes y después de la campaña. Lo que nadie se imaginaba es que, una vez elegido presidente, quien iba a lanzar la primera piedra para la construcción del muro no fuera su equipo sino una empresa mexica, en concreto una constructora. ¿Se podría decir que busca en el muro su propio sueño americano?
La cementera mexicana “Grupos Cementos de Chihuahua” (GCC) se ha ofrecido para construir el ya famoso muro que quiere Donald Trump para frenar la inmigración ilegal de latinos a los Estado Unidos. Ni el menosprecio ni la humillación ni los insultos racistas del magnate hacia los latinos ha impedido a Enrique Escalante, director general de la compañía a hacer business con él. “Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria”, dijo en una entrevista a Reuters.
El plan original del presidente electo era completar definitivamente las casi 2 mil millas de pared a lo largo de la frontera mexicana y el desierto de Chihuahua es una de las zonas donde aún no hay muro. La empresa tiene sede precisamente en el estado fronterizo de Chihuahua y es especialista en morteros y cementos de alta calidad. “No podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados”, añadió el director. Una posición que se podría entender si tenemos en cuenta que el costo del muro ronda los 20 millones de dólares.
La cementera cuenta con un 70 por ciento de su negocio en Estados Unidos y un 30 en México y, aunque cotiza en bolsa, no entra en la lista de las 10 principales cementeras mexicanas. Quien sí lo hace es Cemex que compró recientemente el 23 por ciento de GCC pero que podría rectificar ya que está en desacuerdo con la posibilidad de que pueda construir finalmente el muro discriminando a los migrantes latinos.
Se trata de un muro de cemento de 1989 millas que podría reducirse y combinarse con vayas, como ya anunció Trump en su primera entrevista televisada tras las elecciones. Además hay que recordar que un tercio ya está marcado por una barrera de placas metálicas levantada curiosamente por la Administración de Clinton en 1993.
Y no sólo eso, en las últimas décadas Estados Unidos ha reforzado la seguridad fronteriza en una zona que se ha cobrado millones de vidas de latinos que perseguían su sueño americano. Actualmente cuenta con unos 21 mil agentes de la Patrulla Fronteriza, radares, torres de vigilancia, luces, helicópteros, drones y muro, verja o valla que hace física una separación psicológica que lleva años existiendo.
