De guerrillera a surcidora
Topolansky integró junto a Mujica la extinta guerrilla Movimiento de Liberación Nacional MLN-Tupamaros, que actuó en Uruguay en los años 60 y 70, que fue fundada por Raúl Sendic, el fallecido padre del vicepresidente renunciante.Originalmente del ala dura de la izquierda uruguaya, Topolansky fue de las primeras en defender a Sendic cuando, en febrero de 2016, admitió no tener el título académico de licenciado en Genética Humana obtenido en Cuba con el que se presentaba. La exprimera dama afirmó incluso que había visto el título que finalmente nunca apareció.Luego de un año y medio de una desgastante crisis interna en el seno del izquierdista Frente Amplio, Topolansky deberá surcir en la interna de un partido que exhibe fisuras.Para el politólogo de la Universidad de la República Adolfo Garcé, Topolansky “no es un factor disruptivo” porque el Frente Amplio tiene “clarísimo” que esta es una de sus crisis más graves desde su fundación en 1971.”Está suficientemente demostrado por las encuestas que (el oficialismo) puede perder la próxima elección” en 2019 luego de tres mandatos consecutivos, y su “prioridad” es mantenerse en el gobierno, explicó.”En ese contexto, más unidos que nunca”, detalló Garcé, autor de varios libros sobre la izquierda en Uruguay. La historia “demuestra que cuando llega ese momento (de unirse) las acciones del Frente Amplio suturan diferencias”, señaló.Garcé fue más allá, y opinó que la ahora senadora podría lograr lo que Sendic no lograba desde “hace por lo menos un año: cumplir adecuadamente el rol de puente entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo”, el papel principal del vicepresidente de la República en Uruguay.La politóloga independiente Fernanda Boidi, sostuvo en el mismo sentido que Topolansky “le puede aportar (al gobierno) el vínculo directo con la fuerza mayoritaria en el Parlamento”, que es la bancada del Frente Amplio, una coalición “que no es un partido unificado, uniforme ideológicamente”.
La renuncia de Sendic
Si bien varios sectores del Frente Amplio habían pedido al vicepresidente que diera un paso al costado, Sendic se había mantenido firme en su cargo y había anunciado que probaría su “inocencia” en una reunión partidaria que tuvo lugar el sábado.Pero, delante de sus compañeros de partido, denunció “deslealtades” y les comunicó que renunciaba. Acto seguido, en su cuenta de twitter, comunicó a la población su “renuncia indeclinable” al cargo que asumió en 2015.Es la primera vez que un vicepresidente renuncia en Uruguay. A los 55 años, Sendic deberá ahora enfrentar varias causas en la órbita judicial por su gestión al frente de la petrolera estatal ANCAP durante la gestión de MujicaPrimero presentará el lunes su renuncia formalmente ante el Parlamento. Topolansky asumirá luego, en fecha aún a definir.Para el Frente Amplio en tanto, se acerca el inicio de un nuevo ciclo electoral.”La prioridad (del oficialismo) es sanar las heridas lo antes posible y empezar a persuadir a la opinión pública de que pese a todo lo que ha pasado el Frente Amplio tiene algo para dar”, resumió Garcé.Fuente: www.elespectador.com