Estamos a un día de saber si nos quedamos con este dicho o nos toca arriesgar. ¿Más vale bueno conocido que malo por conocer? La primera mujer que se ponga al mando del país, Hillary Clinton, una veterana de la política que ofrece continuidad o un hombre sin experiencia política, Donald Trump, que vislumbra una frontera abierta hacia la incertidumbre más absoluta. Cualquiera de los dos puede ganar las elecciones presidenciales de los Estados Unidos con unas consecuencias totalmente opuestas para la comunidad latina.
Las últimas encuestas previas a las elecciones dan una ventaja de entre 3 y 6 puntos a la candidata demócrata sobre el republicano según las diferentes fuentes. Pese al recorte considerable de la ventaja de la que Clinton disfrutaba hace algo más de una semana, Trump sigue sin ser capaz de conquistar el voto indeciso y eso que el FBI no halló evidencias de criminalidad en los correos electrónicos que investigaba de Hillary. Una noticia que conocimos el pasado domingo, ¿quizá un poco tarde para evitar sus consecuencias entre los electorados?
Cabe destacar que, según una encuesta publicada por la cadena ABC y el diario Washington Post, sitúa a la antigua primera dama con un 47%, mientras que el magnate se queda en el 43%. Trump tiene una ventaja de 16 puntos con respecto a Clinton entre los votantes blancos, 53% frente al 37%, mientras que la antigua secretaria de Estado obtiene su respaldo mayoritariamente de los afroamericanos, 89% frente 7%, y entre los hispanos, 71% frente al 19%.
Por otra parte, los dos candidatos siguen siendo los más impopulares desde que ambos medios comenzaron a realizar sus encuestas en 1984. Una impopularidad que se explica por el hecho de que el 51% de quienes dicen que van a votar a Trump lo hacen por no votar a Clinton, frente al 42% de ella, que lo hacen porque no quieren votar al empresario.
Ya voten a favor de uno o en contra de otro lo cierto es que mañana se sabrá cuál de los dos será el próximo residente de la Casa Blanca.