Abusos, drogas, amaños… Aunque parezca mentira son las palabras más repetidas en el camino hacia las elecciones presidenciales de los Estados Unidos del 8 de noviembre. Está siendo una campaña electoral tan atípica que, incluso, ha llegado al cine a manos del reputado realizador Michael Moore.
El mismo día del tercer y último debate entre los dos candidatos tuvo lugar el estreno de “Michael Moore en Trumpland” en la ciudad de Nueva York. Un documental que pretendía ser un divertido y completo ataque al republicano, conociendo a su autor, pero que acabó desilusionando según la crítica. “El film no es un ataque a Trump, sino un himno para su rival en la contienda presidencial, Hillary Clinton” señala hoy el New York Times.
La película muestra a Moore sobre un escenario hablando de Donald Trump y Hillary Clinton a principios de mes en Wilmington, Ohio, “un semillero de partidarios de Trump” describe The Hollywood Reporter y “sin menciones sobre los abusos sexuales a mujeres por parte del magnate o ningún otro golpe bajo”.
Trump llegó como perdedor al último debate en la pequeña pantalla con los sondeos en contra, el testimonio de varias mujeres que le acusaban de haber abusado de ellas, su recriminación hacia Hillary de drogarse en el debate pasado… y así terminó.
Todos los sondeos ven como ganadora a la candidata demócrata. Según la CNN el 52 por ciento de los encuestados opinan que Clinton ganó el debate con 13 puntos de diferencia y en la red, una encuesta en Internet realizada por Univision, la ventaja es mucho más aplastante con el 92 por ciento a favor.
¿Esto cómo se traducirá en las urnas? Hillary ganaría las elecciones con un 48,9 por ciento de los votos frente a los 40,7 por ciento de Trump si se celebraran hoy según el HuffPost Pollster.
Insultos, acusaciones falsas… El debate siguió en la línea de los anteriores. El momento álgido fue cuando el moderador le preguntó al magnate si respetaría el resultado electoral. “Cuando llegue el momento, lo miraré” respondió y añadió “lo veré en su momento, voy a mantenerle en suspense, ¿de acuerdo?”.
El republicano llevaba días afirmando, sin presentar pruebas, que las elecciones estarán amañadas en favor de la candidata demócrata y según sus propias palabras parece que no va a respetar el resultado. Clinton dijo en su réplica que “está denigrando nuestra democracia” y que le asombra que alguien que “es el nominado de uno de nuestros dos grandes partidos” adopte esta posición.
Hasta el último minuto ninguno de los candidatos hizo alusión a los latinos. Trump dijo que hará por las minorías, latinos y afroamericanos, más de lo que Clinton ha hecho en “10 vidas”. Unas declaraciones a las que ella no pudo contestar. Ésta fue la última vez que se encuentran cara a cara antes de las elecciones.